

La humanización
Con el
estudio de la hominización nos encontramos con el hombre constituido como
especie biológica; pero ser Homo sapiens
no significa ser humano. Para hablar de ser humano es preciso partir de la
hominización, pero, además, explicar otro proceso transbiológico y supraorgánico:
la humanización. Hominización y humanización son dos procesos que van unidos, son las dos caras de la misma moneda en la aparición del hombre, aunque es preciso distinguir metodológicamente. Pertenecer a una especie biológica, como Homo sapiens, es una condición necesaria para ser humano, pero no es suficiente. Para ser humano es necesario, además, adquirir una cultura.
La
humanización es el proceso por el cual el Homo sapiens se hace humano en la adquisición de una cultura.
Al
proceso de hominización y de humanización que dan razón del ser humano se
denomina antropogénesis.
La
parte de la antropología que se encarga de explicar el proceso de humanización
es la antropología cultural.
Antes
de explicar el proceso de humanización, adquisición y transmisión de una
cultura, nos detendremos en la constitución de la antropología cultural.
La antropología cultural
La
antropología cultural es la disciplina que estudia a los hombres en sus
diferentes culturas.
Por
cultura se puede entender: el complejo que incluye el conocimiento, las creencias,
el arte, la moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y
capacidades adquiridos por el hombre en cuanto que miembro de una sociedad
(Edward B. Tylor, Primitive culture, Chicago, 1871, edición española, Cultura
primitiva, Ayuso, Madrid, 1997).
La
antropología cultural aparece explícitamente en el siglo XIX, pero
implícitamente su marco epistémico ya
está dado en el siglo XVIII; incluso en el siglo XV y XVI. Teniendo esto en
cuenta podemos hacer la génesis de la actitud antropológica remontándonos al
Renacimiento.
El
Renacimiento es un movimiento cultural que produce un espacio de conocimiento
en el que el hombre es pensado como valor. En el Renacimiento se lleva a cabo
el descubrimiento del “Otro” en cuanto que “Otro”. El “Otro” es puesto “por sí
mismo”, vale por sí mismo, y para el renacentista vale más. Sin embargo, para
los renacentistas el descubrimiento del “Otro” como “Otro”, no les conduce a
realizar una antropología científica. Para ellos tiene más importancia el hombre
como valor que como realidad fáctica, como hecho.
Para
orientar el interés hacia los hechos hace falta la mediación de un
acontecimiento político: la conquista y colonización de América. Si al marco
anterior (descubrimiento del “Otro en cuanto que Otro”) le añadimos el hecho
diferencial que la conquista supone, entonces el esquema se llena de contenido.
Ahora el “Otro” no es un valor moral, sino que es un “indio”. Con este esquema
(“Otro”+ hecho diferencial) queda constituido el patrón decisivo de la antropología
cultural.
En
este contexto va a surgir la discusión sobre el carácter humano de los “Otros” (Brevísima relación de la destruición de las Indias).
El
filósofo francés Montaigne (XVI) introduce en sus Ensayos los términos de
“Salvajes” y “Bárbaros”.
A
finales del siglo XVI ya están pensados los conceptos básicos con los que
nacerá la antropología cultural explícitamente en el siglo XIX: salvajes,
bárbaros y civilizados. Ahora bien, estos términos no han surgido para
clasificar pueblos según los hechos, sino para designar una actitud moral, para
criticar la conducta europea. La aplicación de estos conceptos al esquema de la
antropología dará como resultado la idea de evolución de las culturas aparecida
ya en el siglo XVIII.
La
antropología irá perdiendo el carácter moral que la vio nacer. Las razones de
esto hay que buscarlas fundamentalmente en el giro que Descartes (XVII)
introdujo en filosofía. La filosofía de Descartes implica el rechazo de las
ciencias sociales y humanas. A nivel del cogito todos los hombres son iguales,
sólo hay diferencias a nivel de sensibilidad, conducta corporal, organización
social,... lo que luego se llamó cultura. Pero el cogito está desligado de la
cultura. La filosofía en la medida en que siga la tradición cartesiana, sólo
será filosofía de un universal e idéntico sujeto trascendental.
Si
la filosofía de Descartes fue un impedimento para que se constituyera la
antropología, se pueden señalar dos filósofos en el siglo XVIII que destacan
ampliamente en el pensamiento antropológico: Rousseau y Kant.
El
estudio del hombre que Rousseau propone no se parece a las antropología que
estaban siendo tan frecuentes ya en el siglo XVIII, porque lo común del hombre,
y por tanto, lo propio del hombre, según Rousseau, sólo se puede estudiar a
través de las diferencias, y éstas sólo se aprenden mirando a lo lejos. “Para
estudiar a los hombres hay que mirar cerca de uno mismo, pero para estudiar al
Hombre hay que aprender a mirar a lo lejos” (Sobre el origen de las lenguas).
Rousseau
piensa que el estudio del hombre no puede lograrse desde nuestra propia
cultura. Hay que salir fuera para ver las diferencias, pues sólo a partir de
ellas se puede lograr alcanzar a observar las semejanzas, de lo contrario, si
no miramos a lo lejos, se tomaría una diferencia –nuestro modo de ser- por
común y propio de todos los hombres. Para hablar del Hombre se ha de evitar
hablar de los “Otros” desde nuestras propias categorías. Rousseau anticipa lo
que posteriormente serán las tres ramas de la antropología (biológica, cultural
y filosófica)
Kant
(XVIII) distinguirá tres enfoques antropológicos:
·
Lo que la naturaleza ha hecho de nosotros
(antropología natural)
·
Lo que nosotros hemos hecho de nosotros
(antropología filosófica)
·
Antropología Pragmática: Estudio del mundo
humano en el que el hombre vive y trabaja. Nuestro mundo no es el de la
mecánica ni el de la metafísica. Nuestro mundo e un mundo cuajado de
significados que no podemos aprender a priori, sino que se aprende en una
investigación empírica, de la experiencia. Tener experiencia es haber viajado
por el mundo, es “tener mundo”. El objetivo de la antropología pragmática es
enseñarnos esta sabiduría mundana sobre los hombres, enseñarnos experiencias
para saber a actuar entre ellos. Esta antropología es observativa. A los
hombres se los conoce observándolos. Para poder conocer a los hombres, para
comprender lo que observamos necesitamos esquemas generales sobre lo que el
hombre es, y estos esquemas lo conocemos, a diferencia de Roussseau, no mirando
a lo lejos, sino autoreflexionando, es decir haciendo una antropología
filosófica.
La
antropología como ciencia nacerá en el siglo XIX, como ciencia de los
primitivos. El esquema salvajes-bárbaros-civilizados fue desarrollado para
hacer una crítica moral a los europeos que no tenían reparos en devastar
América. Después sirvió para clasificar a todos los pueblos de la tierra. Fue
el jesuita Laffiteu quien introducirá explícitamente en el siglo XVIII la
comparación entre los pueblos.
Con la
comparación de los pueblos de la tierra y con el ya conocido tópico de
considerar que en el siglo XIX la historia se convierte en el prisma desde el
que todo se ve, una ciencia del hombre deberá ser fundamentalmente una ciencia
histórica. Así nació el evolucionismo de Tylor y Morgan. Así nació la antropología
como ciencia de los primitivos que de antemano se habían convertido en salvajes,
en individuos inferiores a "Nosotros".
Las corrientes antropológicas
-Evolucionismo (Morgan y
Tylor): El evolucionismo piensa las culturas como producto de un desarrollo
progresivo. Las culturas pasan por tres estadios: salvajes (caza y
recolección), bárbaros (agricultura y metalurgia) y civilización (culturas
urbanas y de tradición escrita).
Con el
evolucionismo la antropología deja de ser el saber de los sabios para
convertirse en el saber de los occidentales. Se considera al “Otro” como
nuestro pasado. El “Otro” es estudiado como primitivo. El “Otro” no es pensado
como “Otro” sino como uno mismo devaluado. Cuando el antropólogo encuentre
algún rasgo que no puede comparar con nuestro modo de actuar hablará de
ausencia o de estupidez.
Pero no todo
son sombras en el evolucionismo. El evolucionismo pone en marcha el método que
sirve para orientar y clasificar los hechos antropológicos: el método
comparativo. Los pasos del método comparativo son: 1º Descubrir los rasgos
de cada periodo evolutivo. 2º Clasificar cada pueblo en su justo lugar. 3º
Establecer una relación evolutiva de los diversos rasgos culturales.
Por último, no hay que olvidar que el evolucionismo
es consecuencia o forma ideológica de una realidad colonial. Precisamente por
esto no prestan atención al reconocimiento de la igualdad específica de todos
los hombres, que es la condición de posibilidad de la antropología.
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Franz Boas |
-Difusionismo
(Perry y Rivers): Se fijan en el contacto entre culturas, en la transferencia
de los rasgos culturales de unos a otros . Sigue concibiendo la
antropología como historia, eso si, de
los pueblos con escritura. Pero ¿qué pasa con los pueblos “sin historia”? El
pasado de estos pueblos sólo es mudo para quien sólo lee letras.
-Particularismo
(Boas): Critica las corrientes anteriores porque se olvidan de recoger hechos.
La labor del antropólogo es recoger hechos de primera mano en los pueblos. Sin
esto no hay método comparativo que valga, sólo esquemas mentales.
-Funcionalismo
(Malinowski): Otro rechazo de la concepción histórica del evolucionismo y de el
difusionismo fue el funcionalismo. La sociedad funciona como un organismo. Cada
elemento de la cultura y cada individuo cumplen una función. La historia no
explica el funcionamiento de la máquina.
-Neoevolucionismo
(L.White J.Stewart): Al enfoque clásico se le añade el criterio de
clasificación de las culturas definido por la producción, control y uso de la
energía (humana, animal, solar, eléctrica, nuclear,...). Siguen concibiendo la
antroplogía como historia.
-Sir
Evans-Prichard merece capítulo aparte. El antropólogo inglés reivindicó la
identidad de historia y antropología, sin embargo, su obra apunta a todo lo
contrario: a la especificidad de la mirada antropológica. Evans-Prichard
anuncia el estudio de campo. La mirada antropológica tiene tres: 1º Comprender
la cultura convirtiéndose en un iniciado de las costumbres (observación
participante). 2º Descubrir la estructura básica de la sociedad. 3º Comparar
las estructuras que se han encontrado.
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Margaret Mead |
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Ruth Benedict |
-Cultura y
Personalidad (Ruth Benedict Margaret Mead): Escuela influida por Freud y por
Boas. Se dedicará a estudiar cómo se adaptan los individuos a las sociedad,
cómo se adquieren las pautas culturales. Intentan descubrir el “carácter” de
una cultura.
-Estructuralismo
(Lévi-Strauss): Parte de entender las culturas como sistemas de signos
compartidos estructurados de acuerdo a principios que gobiernan el
funcionamiento del intelecto humano que los genera. Representado por
Lévi-Strauss. Este antropólogo declara en Tristes trópicos cuáles han sido sus
verdaderas influencias. Lévi-Strauss dice que han sido la geología, el
psicoanálisis y el marxismo. Desde sus respectivos objetos de estudio (tierra,
carácter, grupos sociales) estas disciplinas demuestran que comprender es
reducir un tipo de realidad a otro: para encontrar lo verdadero hay que
profundizar.
Por otro lado,
intentará aplicar la lingüística a la antropología con el fin de descubrir
dispositivos mentales. En el estudio del parentesco, por ejemplo, los elementos
adquieren significado en las relaciones estructurales que se establecen entre
ellos (padre-madre-hijos-primos, etc.). La estructura es la forma oculta en la
que se encuentran los contenidos.
-Materialismo
cultural (Marvin Harris) Harris piensa que hay que elaborar una teoría de
la evolución sociocultural basada en principios metodológicos análogos a la
doctrina de la selección natural. El materialismo cultural da prioridad a las
condiciones materiales de la vida. Lo material determina lo espiritual. Por
ejemplo las vacas en la India son reverenciadas porque son necesarias para la
vida en esas latitudes; son necesarias para la labor agrícola. Las vacas
permiten a la población consumir más alimentos de origen animal. Ningún otro
animal rinde servicios útiles: suministra leche, es resistente, y grande para
tirar del arado (elimina cerdos, ovejas y cabras, también asnos y caballos que
comen más hierba y paja, camellos que por la humedad del clima se enfangan,
búfalos que son más costosos y menos resistentes).
-Postmodernismo
(Cliford Geerd) La cultura es como un texto literario que puede ser analizado
en cuanto a su significado. El antropólogo es un traductor de sentidos entre
culturas.
Naturaleza y cultura.
Naturaleza
y cultura son dos nociones muy generales que pretenden distinguir entre
realidades o aspectos muy contrapuestos de la vida humana. El término
“naturaleza”, aunque con diversos significados, aparece de forma constante en
el pensamiento occidental. El término “cultura” por su parte, entendido como lo
contrario que la naturaleza no surge hasta el siglo XVIII.
Por
ejemplo los llamado Sofistas diferencian entre Physis, como lo universal y
permanente, y las costumbres, normas, reglas y leyes (nomos) que son
convencionales y provisionales.
Aristóteles
(IV a.c.) diferenciaba entre los entes que son por naturaleza (tienen principio
de movimiento en sí mismo) y entes que son producto del arte (techné), esto es,
los realizados por la acción humana.
El
término cultura se entendía hasta el siglo XVIII relacionado exclusivamente
con el cultivo en general, así agri-cultura, api-cultura. Cultura procede del
latín colere y en el siglo de las luces se empieza a relacionar con el cultivo
del espíritu. En 1871 Tylor da la primera definición de cultura en sentido
etnográfico amplio (sin connotaciones evolucionistas ni etnocentristas).
Cultura es el complejo que incluye el conocimiento, las creencias, el arte, la
moral, el derecho, las costumbres y cualesquiera otros hábitos y capacidades
adquiridos por el hombre en cuanto que miembro de una sociedad.
Teniendo
esto en cuenta podemos entender por cultural lo que es específico del ser
humano, en cuanto que ser social, histórico y comunicativo y llamar naturaleza
a lo que es específico del ser humano en cuanto ser biológico y a lo que tiene
que ver con los demás animales y plantas. En otras palabras, cultura sería lo
aprendido y producido por el ser humano y naturaleza lo que viene dado sin ningún tipo de teleología. En este sentido, cultura se opone a naturaleza
entendida como algo innato, con lo que se nace consustancial, transmisible
genéticamente. Cultura es una conducta adquirida (la diferencia entre
naturaleza y cultura es sólo una manera de ordenar el mundo que conocemos y no
la separación entre dos realidades).
La posibilidad de lo social
(hacia la segunda naturaleza)
La disposición del hombre para el aprendizaje, o para adquirir una
conducta compleja depende de varios cambios anatómicos que tuvieron lugar en el proceso
de hominización. Uno de estos cambios merece nuestra atención: la modificación
de la pelvis.
En el proceso de hominización la pelvis se ha ido ensanchando y
acortando modificando con ello el canal pélvico, es decir, la apertura por la
cual debe pasar el feto en el momento del parto. La consecuencia más importante
que este cambio evolutivo produce es lo que se ha llamado (Campbell, La máscara de Dios): El nacimiento
inmaduro o prematuro. Como consecuencia de ello se deriva la plasticidad de la
conducta humana.
El hombre en su simple carácter biológico nace, al menos, un año
demasiado pronto. La gestación humana (38 semanas aproximadamente) es
relativamente corta en relación con el período de acabamiento total de
crecimiento, que dura alrededor de 20 años. La modificación de la pelvis hace
que todo comience demasiado pronto. Si el futuro hombre naciera más
desarrollado moriría en el canal pélvico. En este sentido, se dice que nace en
el momento oportuno.
La prematuración biológica exige un útero social para que el recién
nacido sobreviva. El hecho social es impuesto por nuestra “naturaleza
deficiente”. Es por esto por lo que se puede decir, a este nivel, que la
sociedad no es un contrato, sino un claustro necesario, dada nuestra naturaleza
fetal, para poder prolongarnos como humanos. La naturaleza del hombre es
cultural.
Desde este punto de vista la cría de Homo sapiens se hará hombre en una
sociedad adquiriendo sus pautas de conducta, es decir, su cultura. La cultura
tiene la función de ser una incubadora de cría, y su misión es la repetición
del hombre por el hombre (humanizarlo).
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Agnes Heller |
Así las cosas, la prematuración define a cualquier hombre (Homo sapiens) por su infinita plasticidad y lo coloca para la incorporación de una
segunda naturaleza. Esta segunda naturaleza será la cultura (Agnes Heller, Instinto, carácter y agresividad). Por
tanto, el futuro hombre sólo será tal, si es capaz de aprender (incorporar,
meter en el cuerpo) unas determinadas pautas de comportamiento cultural.
En este sentido, se puede decir: 1º “que el hombre jamás mira el mundo
con ojos prístinos, sino a través de un equipo de costumbres, instituciones y
modos de pensar. Los propios de la cultura en que vive. El hombre es hijo de su
cultura. Tanto es así, que desde el momento en que puede hablar, el infante es
ya una pequeña criatura cultural, cuando es capaz de participar, sus hábitos
serán los de su cultura, sus creencias las de ella, y sus limitaciones también”
(Ruth Benedict, El hombre y la cultura).
2º No nos es posible pensar grupos anteriores humanos y sin cultura. Estos
individuos o grupos han tenido una vida civilizada. Si ha habido una ruptura
(naturaleza-cultura) esta se debe a los trastrocamientos ya culturales. El
nacimiento de una cultura es otra cultura (Moscovici, Sociedad contra natura).
La herencia cultural
La
cultura es información transmitida por aprendizaje social. Si un gen es la
unidad de información genética, a la unidad de información cultural se la podría
denominar meme (Dawkins, El gen egoísta).
·
Cuando Linneo (XVIII) encontraba niños salvajes
no los clasificaba como Homo sapiens,
sino como Homo ferus. Lo que ocurría
es que estos niños no habían tenido contacto con humanos.
·
Cualquier niño puede ser educado en cualquier
cultura independientemente de cual sea la tradición de sus padres, el color de
su piel o su sexo.
La cultura es aprendida, incorporada a través del vehículo de
transmisión cultural, los memes. La función de los memes es transmitir la
memoria social o cultural a la memoria individual, como decíamos más arriba “la
repetición del hombre por el hombre”.
La cultura pude ser transmitida de dos modos: oralmente o por medio de
la escritura. En los dos modos las “instrucciones”, la información, deben
poseer una estabilidad y se deben transmitir de generación en generación,
puesto que la memoria colectiva es necesaria para mantener la identidad
cultural.
Contrariamente a lo que ocurre a nivel biológico, la humanización
supone procesos lamarckianos (Gould, Elpulgar del panda). Es decir, el “medio cultural” cambia constantemente, y
en las sociedades modernas, industrializadas, con una enorme rapidez. Estos
cambios afectan a la vida en todos sus ordenes. Este hecho obliga a conocer los
elementos nuevos, las novedosas soluciones, los problemas actuales y la reformulación
de los antiguos. La adaptación cultural exige un conocimiento profundo de los
nuevos memes, y en consecuencia el cambio de hábitos y su transmisión. Los que
no los conozcan vivirán en peores condiciones y negaran la mejor adaptación
cultural de sus descendientes. La evolución cultural es lamarckiana.
Algunas constantes culturales
Antropólogos y filósofos han llamado la atención sobre
ciertas constantes se repiten en todas las culturas con diferentes
formulaciones:
*Laprohibición del incesto: En todas las sociedades está prohibido mantener
relaciones con miembros de la misma familia, pero no en todas las sociedades la
prohibición los miembros de la familia
con quien no se puede mantener relaciones sexuales coinciden ( Lévi-Strauss Reglas elementales del parentesco).
*Animismo:
Todas las culturas tienen una concepción del alma.
*”Elprecepto de Manú”: Este nombre fue dado por Nietzsche en La voluntad de poder,
su obra póstuma para significar que había muchas formas de ser humano y que no
se toleraban entre ellas. Aquí recogeremos la versión de Lévi-Strauss (Ruth
Benedict en El hombre y la cultura también lo señala) que expone en Raza ycultura:
“La humanidad cesa en las
fronteras de la tribu, del grupo lingüístico, a veces hasta del pueblo, y
hasta tal punto, que se designan con nombres que significan los “hombres”
a un gran número de poblaciones dichas primitivas, (o a veces –nosotros
diríamos con más discreción- los “buenos”; los “excelentes”, los “completos”),
implicando así que las otras tribus grupos o pueblos no participan de las
virtudes – o hasta de la naturaleza- humanas, sino que están a lo sumo
compuestas de “maldad” de “mezquindad”, que son “monos de tierra” o “huevos de
piojo”.
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