Desde el año 2008 los suicidios han superado a los accidentes de tráfico como causa externa de defunción con 9 muertos diarios y han recobrado protagonismo informativo a raíz de los casos relacionados con desahucios hipotecarios.
Precisamente hace un par de semanas se publicó vía Facebook este mapade los suicidios en España a partir de datos del INE del año 2010.
A primera vista llamaba la atención la densidad de casos en Barcelona, Alicante, Málaga o Canarias. Surgió la duda, compartida con mis antiguos compañeros en el postgrado de visualización de información, de si los datos se expresaban en valor absoluto (número total de suicidios por provincia) o se habían relativizado por la población (suicidios/ habitantes por provincia).
Después de visitar el INE parecía claro que los datos no se habían expresado per cápita con lo que aquellas zonas con más población iban a mostrar mayor número de suicidios.
Probablemente la intención de la coordinadora 25S que publicó el mapa fue identificar uno a uno los suicidios (todos cuentan) materializando cada uno como un punto distinto en el mapa. No obstante ello podría estar enmascarando situaciones especialmente anómalas en lugares menos poblados y de mayor extensión geográfica pero que tienen en realidad un riesgo superior per cápita al del conjunto del país. Efectivamente ese ha sido el caso.
Probablemente la intención de la coordinadora 25S que publicó el mapa fue identificar uno a uno los suicidios (todos cuentan) materializando cada uno como un punto distinto en el mapa. No obstante ello podría estar enmascarando situaciones especialmente anómalas en lugares menos poblados y de mayor extensión geográfica pero que tienen en realidad un riesgo superior per cápita al del conjunto del país. Efectivamente ese ha sido el caso.
Una vez normalizado el dato (suicidios año 2010 / censo de población provincial 2011) podéis ver cómo cambia radicalmente el mapa. Aparece una esquina noroeste del país con tasas de suicidio muy destacadas en relación al resto. En concreto Lugo tiene una tasa de 18.4 suicidios por 100mil habitantes casi 10x superior (968% más) en relación al mínimo (Madrid con 1.9 suicidios por cada 100 mil habitantes)
Otro dato a tener en cuenta es que los hombres se suicidan 3.7 veces más que las mujeres (10.7 suicidios masculinos por 100m. hombres vs. 2.9 femeninos por cada 100m. mujeres) con algún caso extremo como el deCantabria donde lo hacen 20 veces más. En este último caso no es tanto por una mayor incidencia en los hombres sino por la tasa realmente baja de las mujeres (0.33) que, salvo error u omisión, es en Cantabria prácticamente la décima parte que la del promedio en España.
Otro dato a tener en cuenta es que los hombres se suicidan 3.7 veces más que las mujeres (10.7 suicidios masculinos por 100m. hombres vs. 2.9 femeninos por cada 100m. mujeres) con algún caso extremo como el deCantabria donde lo hacen 20 veces más. En este último caso no es tanto por una mayor incidencia en los hombres sino por la tasa realmente baja de las mujeres (0.33) que, salvo error u omisión, es en Cantabria prácticamente la décima parte que la del promedio en España.
Abajo aparecen los datos por género y loscuadrantes en función de si el ratio está por encima o por debajo del promedio estatal en hombres y mujeres. Nótese que la escala de los ejes es distinta (máximo de 30 en el eje horizontal o de abscisas para los hombres y de 10 en el vertical o de ordenadas para las mujeres) para facilitar la visualización de cada elemento.
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Así, por ejemplo, provincias como Lugo, Asturias, A Coruña, Granada... están por encima tanto en ratio masculino como femenino. Ourense, Soria o Almería lo están en la tasa de suicidios femenina pero no en la masculina. Badajoz, Cáceres o Cuenca cuentan con un ratio de suicidios femenino inferior a la media y masculino superior. Madrid, Huelva, Cantabria, Barcelona o Guipúzcoa, entre otras, están por debajo en ambos casos.
Puede observarse cómo varía esa tasa en función de la edad, subiendo de forma progresiva hasta los 40 años,manteniéndose más o menos estable hasta los 70 y disparándose (en los hombres) hasta alcanzar su máximo en la franja 90-94 años.
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Las mujeres en cambio mantienen una tasa prácticamente invariable desde los 40 hasta los 95+. Probablemente algo tendrá que ver la vivencia de la viudedad por parte de la pareja masculina (de hombres que pertenecen a generaciones previas o justo nacidas durante la guerra civil) aunque no conozco tanto el tema como para asegurar si la viudedad es el factor clave o lo son otros relacionados por ejemplo con el impacto del deterioro cognitivo o funcional.
Incluyendo también el comportamiento según la edad podéis ver en la tabla inferior los datos tabulados
en 3 grandes grupos (0-39, 40-69, 70+) por provincias.
El resultado es que, en el caso de Lugo, y en buena medida Asturias o Palencia, el ratio de suicidios por 100.000 habitantes es en los 3 grupos de más del doble que el promedio (en el de 40-69 para Lugo es de 2.6x el promedio nacional).
El resultado es que, en el caso de Lugo, y en buena medida Asturias o Palencia, el ratio de suicidios por 100.000 habitantes es en los 3 grupos de más del doble que el promedio (en el de 40-69 para Lugo es de 2.6x el promedio nacional).
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(En negrita las 3 provincias con mayor ratio en cada columna)
No es sencillo encontrar explicaciones a estos datos de forma agregada, de hecho si quisiéramos ver la influencia de situaciones económicas y tomásemos la tasa de paro (por ejemplo) veríamos que en el 2010 Lugo, Palencia o Asturias, las provincias con peores ratio de suicidios, tenían tasas de paro inferiores o muy inferiores al promedio nacional (Lugo la mitad 10% vs. 20%).
A nivel global Lugo también tiene una de las poblaciones más envejecidas y por tanto de más riesgo tal como vimos antes (22% de más de 70 años vs. el 13% en el total estatal) pero otras provincias en similar situación, como Ourense o Zamora (23% -> 70 años), no muestran ratios tan atípicos como el lucense.
En este asunto seguramente no importa tanto lo que ocurre al conjunto como la situación personal de quien decidió cometer un suicidio. No vamos a caer aquí en el mismo error que el obispo de Segovia. El hecho de que un motivo -en el caso que él comentaba, un desahucio- no explique la totalidad o una mayoría de casos no implica que no haya sido causa directa y desencadenante inequívoco en varios o muchos casos individuales.
A nivel global Lugo también tiene una de las poblaciones más envejecidas y por tanto de más riesgo tal como vimos antes (22% de más de 70 años vs. el 13% en el total estatal) pero otras provincias en similar situación, como Ourense o Zamora (23% -> 70 años), no muestran ratios tan atípicos como el lucense.
En este asunto seguramente no importa tanto lo que ocurre al conjunto como la situación personal de quien decidió cometer un suicidio. No vamos a caer aquí en el mismo error que el obispo de Segovia. El hecho de que un motivo -en el caso que él comentaba, un desahucio- no explique la totalidad o una mayoría de casos no implica que no haya sido causa directa y desencadenante inequívoco en varios o muchos casos individuales.
Lo cierto es que se debería estudiar caso a caso para entender las situaciones de riesgo (estamos hablando de 62 casos en promedio por provincia, 5 al mes, lo cual no parece inabarcable).
Además existen aquellas casuísticas que quizás no estén correctamente clasificadas (accidentes de coche que no lo son, abuso letal de sustancias permitidas, dejación alimentaria en personas mayores...) y todos los intentos que hayan podido quedar no registrados y que quizás diesen una visión distinta del mapa. Desafortunadamente parece que desde el 2006 el INE ha adoptado una metodología internacional que seguramente no permite conocer con mayor detalle las circunstancias que rodean a estos actos.
Además existen aquellas casuísticas que quizás no estén correctamente clasificadas (accidentes de coche que no lo son, abuso letal de sustancias permitidas, dejación alimentaria en personas mayores...) y todos los intentos que hayan podido quedar no registrados y que quizás diesen una visión distinta del mapa. Desafortunadamente parece que desde el 2006 el INE ha adoptado una metodología internacional que seguramente no permite conocer con mayor detalle las circunstancias que rodean a estos actos.
De momento sabemos que hay zonas geográficas con una incidencia desproporcionada, que afecta de forma especial a los hombres y que la edad, especialmente a partir de los 70 años, es un factor desencadenante en el suicidio masculino.
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