sábado, 31 de octubre de 2015

¿QUE HAY DETRÁS DEL AMOR?

El Pensamiento Amoroso es un rasgo característico de nuestra cultura. Una forma determinada de entender el amor que configura nuestras prácticas, estructura las relaciones y supone un modo muy concreto y heretosexual de entender el el deseo, la identidad y con ello a nosotras mismas. Detrás del amor se esconde, en muchos casos, la justificación para la reproducción de relaciones desiguales de género, clase y etnia. Pero también la propia configuración de nuestra subjetividad y de la base material (familia, pareja) para la reproducción de la vida.
En este curso intentaremos explorar como el amor romántico construye la identidad mujer (y hombre). Como, entre otras cosas, en la socialización femenina prevalece la responsabilidad en el mantenimiento de las relaciones, y por ello como, por ejemplo, la posibilidad de ruptura es una amenaza a la propia identidad y en muchos casos, el propio sentido de la vida. Veremos como esta forma patriarcal de entender el amor es esencial para el mantenimiento del orden capitalista.
De igual modo, intentaremos aportar experiencias y reflexiones que nos permitan mirar con perspectiva y aliviar la presión (material y simbólica) que se sitúa sobre el amor y las relaciones. Así como reconocer de muchas necesidades sociales y de sentido que el heteropatriarcado invisibiliza y que nos permitan encontrar una camino hacia la corresponsabilidad y redistribución de la reproducción social.

Muy recomendable.  

viernes, 23 de octubre de 2015

LA CIUDAD DE LA DIFERENCIA

http://ntic.educacion.es/w3/pagtem/babel/

Una de las jugadas de ajedrez más bellas del siglo XIX


NO PERDAMOS EL TIEMPO





NACHO VEGAS: Canción para la PAH


 NO PERDAMOS EL TIEMPO
Gloria Fuertes

Si el mar es infinito y tiene redes,
si su música sale de la ola,
si el alba es roja y el ocaso verde,
si la selva es lujuria y la luna caricia,
si la rosa se abre y perfuma la casa,
si la niña se ríe y perfuma la vida,
si el amor va y me besa y me deja temblando.
¿Qué importancia tiene todo esto,
mientras haya en mi barrio una mesa sin patas,
un niño sin zapatos o un contable tosiendo,
un banquete de cáscaras,
un concierto de perros,
una ópera de sarna…
Debemos inquietarnos por curar las simientes,
por vendar corazones y escribir el poema
que a todos nos contagie.
Y crear esa frase que abrace todo el mundo;
los poetas debiéramos arrancar las espadas,
inventar más colores y escribir padrenuestros.
Ir dejando las risas en la boca del túnel,
y no decir lo inti1no, sino cantar al corro;
no cantar a la luna, no cantar a la novia,
no escribir unas décimas, no fabricar sonetos.
Debemos, pues sabemos, gritar al poderoso,
gritar eso que digo, que hay bastantes viviendo
debajo de las latas con lo puesto y aullando,
y madres que a sus hijos no peinan a diario,
y padres que madrugan y no van al teatro.
Adornar al humilde poniéndole en el hombro nuestro verso;
cantar al que no canta y ayudarle es lo sano.
Asediar usureros y con rara paciencia convencerles sin asco.
Trillar en la labranza, bajar a alguna mina;
ser buzo una semana, visitar los asilos,
las cárceles, las ruinas; jugar con los párvulos,
danzar en las leproserías.
Poetas, no perdamos el tiempo, trabajemos,
que al corazón le llega poca sangre.
Antología y poemas del suburbio, 1954.

Neurociencia: Así es un cerebro jugando al ajedrez

Keiji Tanaka lleva años explorando el cerebro de jugadores de ajedrez. En su interior, dice, está el secreto de cómo los humanos trazamos estrategias en nuestra vida, quizás una de las capacidades que más nos diferencian de otros animales. En la guerra, los negocios, el juego o incluso el amor, elegir una estrategia adecuada es clave para el éxito. Una gran cantidad de estudios se han centrado en la toma de decisiones en muchos campos, pero apenas ninguno ha intentado desvelar cómo esas decisiones están predeterminadas por una estrategia fijada de antemano.
Tanaka tiene 64 años, 42 de ellos dedicados a la neurociencia, y algunos ratos de ocio empleados en jugar al shogi, una variante japonesa del ajedrez. Al contrario que en el ajedrez convencional, en el shogi es mucho más fácil identificar si un jugador está siguiendo una estrategia ofensiva o defensiva. “Mi objetivo es averiguar cómo la gente determina su estrategia, especialmente en una situación complicada y que necesita una solución rápida”, explica Tanaka. “En este caso no se trata de una acción determinada, sino un grupo de acciones, como cuando un jugador de tenis decide subir a la red o cuando un general determina si hay que atacar al enemigo incluso cuando esto multiplica el riesgo para sus tropas”, detalla.
En un ingenioso y elegante estudio publicado hoy en Nature Neuroscience, Tanaka ha metido a 17 jugadores expertos de shogi en una máquina de imagen médica mientras proyectaba en su retina diferentes jugadas. Los participantes, no profesionales con una experiencia de unos 10 años en este juego, tenían seis segundos para verla y decidir si lo mejor era atacar o defenderse. Como experimento de control, se les presentaba una jugada en la que debían seguir una estrategia predeterminada (ataque o defensa) y simplemente elegir entre varios movimientos posibles.
 El experimento ha permitido identificar, por primera vez, dónde está el centro estratégico del cerebro. El trabajo muestra que hay un patrón de actividad cerebral característico cuando se elige una estrategia y que este es totalmente diferente al que aparece cuando se hacen movimientos concretos. El estudio se basa en una técnica de neuroimagen conocida como resonancia magnética funcional y que muestra qué partes del encéfalo se activan en cada momento. Según los resultados, las estrategias se fraguan en el giro cingulado. Si pone un dedo en la parte superior de la frente y lo desliza hacia la coronilla estará siguiendo su giro cingulado, una zona alargada que se sitúa justo en la mitad entre los dos hemisferios y a unos tres centímetros bajo su cráneo. La parte anterior del giro cingulado, la más cercana a la frente, controla la estrategia defensiva. La posterior, en el otro extremo, es el epicentro de la estrategia ofensiva, según el trabajo.

Máquinas contra humanos

Una de las conclusiones más interesantes del estudio es que la estrategia es intuitiva. Los jugadores no deciden de forma pausada y teniendo en cuenta todas las opciones posibles, sino más bien siguiendo su rápido juicio sobre la situación del tablero y los riesgos y beneficios de atacar o defenderse. Como explica Tanaka, se trata de una decisión anterior que determinará después otros movimientos concretos.


Un tablero de shogi / K. Tanaka
Su trabajo, dice este investigador del Instituto Riken, en Japón, puede tener dos aplicaciones. “Hasta ahora conocíamos muchas zonas cerebrales relacionadas con acciones concretas pero nunca se había estudiado las partes que determinan la estrategia”, reconoce Tanaka. “Mi interpretación de los resultados es que esta capacidad para decidir una estrategia muy rápido se desarrolla gracias al entrenamiento y es muy específica de cada actividad”, explica Tanaka. “Algunas personas lo usan para el shogi, otras para dirigir empresas y otras para cocinar, por ejemplo”, añade. El experto cree que este tipo de trabajo puede aplicarse para la educación. “Actualmente no tenemos una forma buena de enseñar estrategia y a veces ni siquiera los expertos en un campo saben explicar cómo tomaron decisiones exitosas”. Más adelante, este tipo de estudios pueden ayudar a desarrollar inteligencia artificial.
El shogi ha sido durante años un campo de pruebas para la inteligencia artificial en Japón. En este ajedrez el número de posibles jugadas en cada movimiento es mucho mayor que en el ajedrez convencional. Cada año, en Japón se organizan torneos entre ordenadores y jugadores profesionales. En 2013, un ordenador venció por primera vez a un humano.


Aplicaciones en 'neuromarketing'

Santiago Canals, un neurocientífico que no ha participado en el estudio, resalta su originalidad. “Para ellos era muy importante utilizar a jugadores expertos para el estudio porque así toman decisiones de forma muy rápida”. “esto”, añade, “es clave para relacionar la imagen cerebral con el proceso cognitivo que se está realizando en ese momento, en este caso la selección de una estrategia”, resalta. Canals cree que lo que Tanaka ve en los jugadores de shogi es, en general, totalmente extrapolable al cerebro de cualquiera de nosotros. También apunta a una tercera aplicación práctica de este tipo de trabajos. “Lo que muestra el estudio es que la elección de una u otra estrategia depende mucho del contexto concreto y de la intuición”, explica. “Esto podría ser usado en márketing, para saber, por ejemplo, de qué manera empaquetar un producto para influir en nuestra decisión”.

  20 ABR 2015 El País.

jueves, 22 de octubre de 2015

Otras formas de pensar y de vivir: Constant, Nueva Babilonia


 El libro publicado por GG: https://es.scribd.com/doc/265380980/CONSTANT-La-Nueva-Babilonia


'Laberinto de escaleras móviles' (1967) de Constant
 Los historiadores sitúan a la antigua ciudad de Babilonia a unos mil kilómetros del canal de Suez, al norte del golfo Pérsico. De ella no queda nada, pero su evocación habla de un ejemplo de lugar en el que todas sus riquezas y recursos fueron conseguidas exclusivamente por el trabajo y el ingenio humano. Mucho tiempo después de que la mítica urbe se desintegrara, el artista holandés Constant Nieuwenhuys (Ámsterdam, 1920-Utrecht, 2005) creó un modelo alternativo de sociedad considerado como la última gran utopía del arte europeo: la nueva Babilonia. Fue un proyecto inspirado en el nomadismo y en la forma de vida de los gitanos al que el artista dedicó casi dos décadas (1956-1974) durante las que realizó maquetas, collages fotográficos, pinturas, grabados, películas y escritos. Sin fronteras definidas, la propiedad de la tierra sería colectiva, el trabajo quedaría en manos de robots y los habitantes podrían dedicarse al juego creativo.
En este proyecto esencial en su vida, creado sobre los rescoldos de la II Guerra Mundial, Constant fundió sus convicciones políticas radicales (fue una figura clave del situacionismo) con un nuevo concepto de arte en el que la división de géneros había perdido todo su sentido. El Reina Sofía abre desde el miércoles 21 al público hasta el 29 de enero la exposición Constant-Nueva Babilonia, casi 200 obras distribuidas por la primera planta del edificio Sabatini, una exposición coproducida con el Museo Municipal de La Haya, famoso por su insuperable colección de Mondrian y de Constant.
Manuel Borja-Villel, director del Reina Sofía, califica la obra de Constant como una de las grandes aportaciones al arte del siglo XX por su capacidad de cuestionar todo. Como él mismo decía, su objetivo era la provocación. “Es un artista que no cree en las promesas de la modernidad. Pensó que Europa tenía que ser reconstruida inspirándose en lo popular, en la toma de los espacios públicos".

Doede Hardeman, director del museo copatrocinador y comisario de la exposición junto a la historiadora Laura Stamps, asegura que esta es la reconstrucción más grande que se ha realizado nunca del proyecto Nueva Babilonia. “Es una idea tan radical que sería inimaginable verlo en museos mucho más convencionales que este, como es el MoMA. Esta obra es un puro ejemplo de lo que sería la herencia de la cultura europea, no solo holandesa. “Si hubiera que definir con una palabra la obra de Constant, hablaría de libertad. Él nos ha legado a todos la posibilidad de descubrir otras formas de pensar y de vivir”.
La exposición arranca con obras realizadas a finales de los años cuarenta, cuando formaba parte del movimiento internacional CoBrA (acrónimo de las ciudades Copenhague, Bruselas y Amsterdam). Constant publica un manifiesto, reproducido en las vitrinas de entrada a la exposición, en el que reclama un nuevo orden social y un nuevo modo de hacer arte inspirado en el juego creativo de los niños y los llamados pueblos primitivos. También plantea que lo más importante para el artista debe ser el acto creativo en sí, más que la pintura o la escultura resultante. Estas son las ideas básicas con las que después elaboraría el concepto de Nueva Babilonia. En estos primeros años, sus pinturas son de colorido intenso y con formas de figuras irreales.
El segundo apartado, previo a la obra central, narra el viaje que Constant realizó en 1956 a la ciudad italiana de Alba para participar en el tercer congreso del Movimiento Internacional por una Bauhaus Imaginista. Allí, el artista comprobó muy de cerca las difíciles condiciones de vida de la comunidad gitana. Zíngaros, flamencos y gitanos protagonizan un grupo de obras (organizadas por Pedro G. Romero y Rosario Peiró) en el que se podría hablar de aires españoles especialmente en el homenaje al Niño Ricardo y el retrato de una guitarra clásica española.
A partir de aquí la muestra entra de lleno en la utopía babilónica. Las maquetas, artefactos y mobiliario se suceden y se mezclan en un ambiente que a veces entra de lleno en la ciencia ficción. En síntesis, la nueva ciudad sería una estructura laberíntica sustentada por pilares. Sus habitantes, los neobabilónicos, ocuparían la parte superior, mientras que el tráfico y los procesos productivos, totalmente automatizados, se desarrollarían en la parte inferior. Todos serían nómadas, en constante desplazamiento de una parte a otra de la ciudad. Liberados de la necesidad de trabajar gracias a los robots, podrían ocuparse solamente de jugar y de crear con sus vecinos. Las personas decidirían hasta el último detalle de su habitat, incluidos los materiales que se usarían en las construcciones.
El proyecto quedó reducido a utopía, pero solo por la espectacular belleza de los elementos creados por Constant, el sueño valió la pena.
Ángeles García, en El País, 21 de octubre de 2015.

lunes, 19 de octubre de 2015

Mumford de Lawrence Kasdan (1999)



Contesta a las siguientes cuestiones:



1.     ¿Por qué ir al psicólogo? ¿Los problemas son cuentos?
2.     ¿Quién va al psicólogo? ¿La psicología es sólo para ricos?
3.     Comenta la ética de Mumford. ¿Qué efectos tiene contar las historias en las otras personas? ¿y la Tv puede contarlo todo de las personas?
4.     ¿Seríamos más felices si aceptáramos que hay cosas que no cambian?
5.     ¿Cómo se construye la confianza entre terapeuta y paciente?
6.     ¿Hay que contar siempre todo? ¿ Son los secretos salud mental o todo lo contrario?
7.     ¿Es Mumford un "verdadero" psicólogo?


Ver Mumford online:  http://www.sipeliculas.com/mumford