miércoles, 13 de junio de 2012

OLVIDÉMONOS DE LA ESPERANZA SIN RENUNCIAR AL ENTUSIASMO.




Grecia nos salvará
8 / 6 / 2012 
 


Al final de su vida Sigmund Freud, el padre del psicoanálisis, hizo la famosa pregunta «¿qué quiere una mujer?», admitiendo su perplejidad frente al enigma de la sexualidad femenina. Similar perplejidad surge hoy: «¿Qué quiere Europa?» esta es la pregunta que vosotros, los griegos, estáis dirigiendo a Europa. Pero Europa no sabe lo que quiere. El modo en que los estados europeos y los medios de comunicación se refieren a lo que está pasando hoy en Grecia, creo que es el mejor indicador de la Europa que pretenden. Es la Europa neoliberal, la Europa de los estados aislacionistas. Los críticos acusan a Syriza de ser una  amenaza para el euro, pero Syriza es, al contrario, la única posibilidad que tiene Europa. ¿Qué amenaza?. Vosotros estáis dando Europa la posibilidad de salir de su inercia y encontrar una nueva vía.
En sus notas sobre la definición de cultura, el gran poeta conservador Thomas Eliot subrayó esos momentos en que la única elección es entre la herejía y la incredulidad, momentos en que el único modo de mantener la creencia, de mantener viva la religión, es desviarse drásticamente de la vía principal. Esto es lo que ocurre hoy en Europa. Solo una nueva herejía –representada en este momento por Syriza- puede salvar lo que merece la pena salvar de la herencia europea, la democracia, la confianza en las personas, la solidaridad igualitaria. La Europa que vencerá, si Syriza no gana, será una Europa con valores asiáticos y, naturalmente, estos valores no tienen nada que ver con Asia, sino con la voluntad actual y evidente del capitalismo contemporáneo de suspender la democracia.
Se dice que Syriza no tiene suficiente experiencia para gobernar. Estoy de acuerdo, le falta experiencia sobre cómo llevar a la ruina un país, engañando y robando. No tenéis esa experiencia. Esto nos lleva al absurdo de la política europea: nos sermonea sobre pagar impuestos, oponiéndose al clientelismo griego al tiempo que pone todas sus esperanzas en la coalición de dos partidos que han llevado a Grecia a ese clientelismo.

        Christine Lagarde ha afirmado recientemente que tiene más simpatía por los pobres de Niger que por los griegos, y también ha aconsejado a los griegos que se ayuden a sí mismos pagando impuestos, que, como he podido comprobar hace pocos días, no deben pagar. Como todos los liberales humanitarios, ama a los pobres impotentes que se comportan como víctimas, evocando nuestra simpatía e inclinándonos a la caridad. Vuestro problema es que  sí, sufrís, pero no sois víctimas pasivas: resistís, lucháis, no pedís comprensión ni caridad, reclamáis solidaridad activa. Demandáis y reivindicáis una movilización, apoyo para vuestra lucha.
Se acusa a Syriza de promover utopías de izquierda, pero la utopía es el plan de austeridad impuesto por Bruselas. Todos saben que este plan es ficción, que el estado griego no podrá jamás pagar la deuda. ¿Por qué Bruselas impone estas medidas? Su propósito no es salvar a Grecia, sino salvar a los bancos europeos.
Estas medidas no son presentadas como decisiones basadas en opciones políticas, sino como una necesidad impuesta por una lógica económica neutral. Como si dijéramos: si queremos estabilizar  nuestra economía, nos tenemos que tragar esta píldora amarga. O, como dicen los proverbios tautológicos: no se puede gastar más de lo que se tiene. Los bancos americanos y los Estados Unidos llevan decenios demostrando que sí se puede gastar más. Para ilustrar el error de las medidas de austeridad, Paul Krugman las compara a menudo con la práctica medieval de las sangrías. Una metáfora pertinente, que pienso puede ser más extremada. Los médicos europeos, ignorando cómo funcionará el tratamiento, os están usando a vosotros los griegos como conejillo de indias, están desangrándoos, no a sus países. No hay sangrado para los bancos alemanes y franceses. Al contrario, están recibiendo grandes transfusiones.

         El buen sentido radical
¿Es realmente Syriza grupo de peligrosos extremistas? No, Syriza  está aportando un pragmático buen sentido para abortar la confusión generada por otros. Los soñadores peligrosos son los que pretender imponer las medidas de austeridad. Los verdaderos soñadores son los que piensan que las cosas pueden seguir así, indefinidamente, haciendo algunos cambios cosméticos. Vosotros no sois soñadores: vosotros estáis despertando de un sueño que se está transformando en una pesadilla. Vosotros no estáis destruyendo nada, estáis reaccionando al modo en que el sistema está gradualmente destruyéndose a sí mismo. Todos conocemos la clásica escena de los dibujos animados de Tom y Jerry: el gato alcanza el precipicio y continúa caminando, ignorando que no hay suelo bajo sus píes. Solo cuando mira hacia abajo se da cuenta que cae al vacío. Esto es lo que estáis haciendo: estáis diciendo a los que están en el poder, «¡eh, mira hacia abajo!» y se caen.
         La mapa político de Grecia está claro. En el centro hay un solo partido, con dos alas, derecha e izquierda, Pasok y Nueva Democracia. Es, como la Cola, Coca o Pepsi, una elección que no lo es. El verdadero nombre de este partido, si se meten Pasok y Nd en el mismo saco, debería ser algo así como NMCED, Nuevo Movimiento Helénico Contra la Democracia. Naturalmente este gran partido dice estar a favor de la democracia, pero yo digo que será a favor de una democracia descafeinada, como el café sin cafeína, la cerveza sin alcohol, el helado sin azúcar. Hablan de democracia, pero de una democracia donde en vez de hacer una elección, la gente se limita a confirmar lo que los expertos dicen lo que hay que hace. ¿Buscan un diálogo democrático? Sí, pero como los últimos diálogos de Platón, en los que un niño habla todo el tiempo y otro solo dice de vez en cuando, «¡por Zeus, así es!»

         Luego está la elección. Vosotros, Syriza, el auténtico milagro, movimiento de izquierda radical, que ha salido de la cómoda posición de resistencia marginal y se ha dispuesto valerosamente a tomar el poder. Este es el motivo por el cual debéis ser castigados. Este es el porqué de un reciente artículo escrito por Bill Freyja en la revista Forbes bajo el título «Darle a Grecia lo que se merece: comunismo». Cito: «Lo que el mundo necesita, no lo olvidemos, es un ejemplo contemporáneo del comunismo en acción. ¿Qué mejor candidato que Grecia? Échesela de la Unión europea, interrúmpase el flujo libre de euros y devuélvasele al viejo dracma. Después, ved que ocurre durante una generación». En otras palabras, Grecia debería ser castigada de modo ejemplar para acabar de una vez por todas con la tentación de una solución radical de izquierda a la crisis.
Sé que la misión de Syriza es casi imposible. Syriza es la extrema izquierda, es la voz pragmática de la razón, que contrasta con la loca ideología del mercado. Syriza necesitará de la formidable combinación de principios políticos y pragmatismo sin compromiso democrático, además de la capacidad de actuar rápidamente y sin miramientos cuando sea necesario. Para que Syriza tenga una oportunidad, incluso una mínima oportunidad de éxito, será necesaria una solidaridad pan-europea.

Cambiar Grecia
Pienso que vosotros, aquí en Grecia, debéis evitar el nacionalismo fácil, todos esos discursos acerca de que Alemania quiere volver a ocupar Grecia, destruirla y cosas así. Vuestra primera tarea es la de cambiar las cosas aquí. Syriza deberá hacer el trabajo que otros tenían que haber hecho. El trabajo de construcción de un estado mejor, moderno: un etado eficiente. Deberéis hacer un trabajo de recuperación del aparato estatal del clientelismo. Es un trabajo duro, exento de entusiasmo: lento, duro, tedioso.

         Vuestros críticos pseudo-radicales dicen que la situación no está todavía madura para un cambio social. Que si tomáis el poder ahora, no haréis más que ayudar al sistema, haciéndolo más eficiente. Si he comprendido bien, esto es lo que el KKE, el partido de quienes todavía viven porque se olvidan de morir, está diciendo.

         Es cierto que vuestra élite política ha demostrado su incapacidad para gobernar, pero no hay nunca un momento exacto en que la situación sea la completamente idónea para el cambio. Si esperáis ese momento, el momento idóneo no llegará jamás. Nunca se interviene en el momento exactamente adecuado. Por tanto, estáis ante una elección: o esperáis cómodamente y veis cómo se desintegra vuestra sociedad, como proponen algunos otros partidos de izquierda, o intervenís heroicamente, plenamente conscientes de la dificultad de la situación. Syriza ha hecho la elección adecuada.
         Pienso que vuestros críticos os odian porque, en su interior, saben que tenéis el valor de ser libres y actuar como personas libres. Cuando se mira a los ojos, la gente comprende, al menos por un instante, que se le está ofreciendo su libertad. Estáis atreviéndoos a hacer lo que ellos sueñan hacer. En este instante, son libres. Son uno con vosotros. Pero solo es un momento. Vuelve el miedo  y os odiarán otra vez, porque tienen miedo de su libertad.
         ¿Cuál es entonces la elección que, vosotros los griegos,  habréis de afrontar el 17 de junio? Debéis tener en cuenta la  paradoja que sostiene la libertad de voto en las sociedades democráticas: sois libres de elegir, a condición de que hagáis la elección correcta. Porque cuando la elección es errónea, por ejemplo cuando Irlanda votó contra la constitución europea, esa elección es tratada como un error. Entonces repiten la votación, para que las personas alumbren la decisión adecuada. Por esto el establishment europeo está prensa del pánico. Piensan que quizá no merecéis vuestra libertad, porque existe el peligro de que hagáis la elección equivocada.

Café sin leche
         En Ninoska de Ernst Lubitsch aparece una broma maravillosa: el protagonista entra en una cafetería y pide un café sin crema. El camarero responde «lo siento, se nos ha acabado la crema, solo tenemos leche. ¿Quiere un café sin leche?» En ambos casos se tomará solo el café, pero pienso que la broma es acertada. También la negación es importante. Un café sin crema no es lo mismo que un café sin leche. Vosotros os encontráis hoy en la misma difícil situación. Tenéis austeridad, pero ¿tenéis el café de la austeridad sin crema o sin leche? Aquí es donde el establishment europeo hace trampas. Se está comportando como si tuvierais el café de la austeridad sin crema. Es decir, los frutos de vuestro esfuerzo no solo beneficiarán a los bancos europeos: os están ofreciendo también un café sin leche. Vosotros seréis los que no os beneficiaréis de vuestros sacrificios y dificultades.
         En el sur del Peloponeso hay mujeres que son las encargadas de llorar en los funerales, de hacer un espectáculo para los parientes del difunto. No hay nada de primitivo en esto. Nosotros, en nuestras sociedades desarrolladas, hacemos exactamente lo mismo. Pensad en este maravilloso invento, quizá la mejor contribución  de América a la cultura mundial: las risas enlatadas. Las risas que forman parte de la banda sonora de los programas de televisión. Vuelves a casa cansado, enciendes la tv en uno de estos estúpidos programas tipo Cheers o Friends. Te sienmtas y la tv ríe también por ti. Desgraciadamente, funciona.

         Así es como los que detentan el poder, el establishment europeo, quiere ver no solo a los griegos sino a todos nosotros: mirando a la pantalla y observando cómo sueñan los otros, cómo lloran, cómo lloran. Hay una anécdota, apócrifa pero maravillosa, sobre el intercambio de telegramas entre el cuartel general del ejército alemán  y el austriaco durante la primera guerra mundial. Los alemanes envían un mensaje a los austriacos: «Desde nuestro frente vemos la situación grave pero no catastrófica». Los austriacos responden: «Desde el nuestro, la situación es catastrófica, pero no grave».

         Esta es la diferencia entre Syriza y los otros: para ellos la situación es catastrófica pero no grave, las cosas pueden seguir como hasta ahora, mientras que para Syriza la situación es grave, pero no es catastrófica y por eso el valor y la esperanza deben sustituir al miedo. Por tanto tenéis delante, por decirlo con el título de una vieja canción de los Beatles, una long and winding road. Cuando hace años la guerra fría amenazaba con estallar, John Lennon escribió una canción, all we are saying is give peace a chance. Hoy, quiero escuchar una nueva canción en toda Europa, «todo lo que estamos diciendo es dar una oportunidad a Grecia».

         La revolución en la propia casa
         Consentidme una referencia a una de las grandes, quizá la más grande, de las tragedias clásicas, Antígona: no combatir batallas que no sean las tuyas. En mi idea de Antígona, tenemos a Antígona y a Creonte. Son de la clase dirigente. Un poco como Pasok y Nueva Democracia. En mi versión de Antígona, mientras los dos miembros de las familias reales están combatiendo entre ellos, amenazando con enviar a la ruina al estado, me gustaría ver al coro, las voces de las personas, salir de su estúpido rol de acompañamiento sentencioso, apoderarse de la escena, constituir un comité público de poder popular, arrestarlos, a Creonte y Antígona, y dar vida al poder del pueblo.

         Permitidme ahora acabar con una nota personal. Odio a la izquierda tradicional, intelectual, que ama la revolución, pero la revolución que tiene lugar en algún sitio lejano. Así era de joven: cuanto más lejos, mejor, Vietnam, Cuba, todavía hoy, Venezuela. Pero vosotros estáis aquí y os admiro. No tenéis miedo a involucraos en una situación desesperada, sabiendo qué las probabilidades están en vuestra contra. Por esto os admiro. Hay también un oportunismo de principio, el oportunismo de los principios. Cuando se dice que la situación está perdida, que no podemos hacer nada, porque significaría traicionar nuestros principios, esta parece ser una posición coherente, pero en realidad es una forma extrema de oportunismo. Precisamente Syriza es un evento único de esa izquierda -en contradicción con lo que hace habitualmente la izquierda extraparlamentaria, que se preocupa más de la violación de los derechos humanos de cualquier criminal que de los millares de seres humanos que mueren- que ha encontrado el valor de hacer algo.

* Texto de la intervención del filosofo esloveno en la convención de Syriza. Publicado en Il manifestó, 8 de junio de 2012

martes, 5 de junio de 2012

El río Tajo: una gran fosa común.

El río Tajo: una gran fosa común.

El río Tajo a su paso por Puente del Arzobispo (Toledo)
 En Puente del Arzobispo, mi pueblo, no hay fosas comunes. Nunca hubo un lugar para llevar flores. El rio Tajo fue la enorme sepultura donde fueron a parar los restos de todos sus habitantes que cayeron víctimas del franquismo.
Por eso, mi abuelo, Benito Carrasco Reviriego, no le cobijo la tierra ni hubo que buscar su cuerpo, se lo llevo el agua el 17 de octubre de 1936. Tenía 33 años, una esposa y tres hijos.
A mi abuelo le dieron “el paseo”, a él y a 12 mas. Les ataron las muñecas con un hatillo y les llevaron a una zona cerca del pueblo junto al río Tajo.
Uno ellos, consiguió escapar y lanzarse al rio ocultándose en casa de un familiar. Apareció en la posguerra y un familiar muy afín del franquismo, consiguió que le perdonaran, pero nunca habló de lo ocurrido aquella noche, aunque a una tía mía le dijo que, antes de morir le contaría quien asesinó a mi abuelo, pero nunca lo hizo, según él, por miedo.
A los doce restantes, les colocaron, en una gran piedra junto al río, los asesinaron, y los tiraron rio abajo. En una zona conocida como “La Hoz”, un recodo que hace el Tajo, quedaron atascados varios cuerpos, uno de ellos el de mi abuelo.
Alguien informó a mi abuela del hecho y fue al Ayuntamiento a solicitar al alcalde, que la autorizara a sacar el cuerpo de su marido y darle sepultura.
A lo que con muy cristiana generosidad, el edil, no solo no accedió, sino que ordenó que los cuerpos fueran empujados con hierros para que se los llevara la corriente. Unos de los voluntarios para tan “agradable labor”, fue el mismo familiar, que había ocultado al que se libró de ser fusilado.
En la partida de defunción de mi abuelo consta como: Muerto en descampado, sección del libro 25, página 185 con orden del 6 de julio de 1938. El resto de la familia fue deportada a Losar de la Vera.
Mi familia nunca se recuperó de semejante brutalidad. Asesinan al padre pero te condenan a vivir con ello toda la vida y algunas personas, como puede ser el caso de mi padre, aunque nunca habló de ello, nunca fue capaz de superarlo.
El único homenaje que se pudo hacer a mi abuelo y a sus doce compañeros de muerte fue una placa de cerámica en el cementerio del pueblo recordándolos.
Pero yo me pregunto ¿Porqué se tiene tanto miedo de que la verdad vea la luz ?
¿De verdad que un pañuelo, húmedo de lágrimas que no dejan secar, es una temerosa arma de ataque?
¿Cómo es posible que después de tantos años, de acabada la guerra civil, se vea peligroso que un hijo, una viuda o un nieto sea un provocador por querer exhumar los restos de un ser querido, para darles sepultura, junto a los suyos?
¿Realmente es provocar, el tener un lugar donde llevar una flor a un familiar?
No es desenterrar el hacha de guerra, es cerrar una herida, hacer justicia con todas las víctimas y digo todas porque hasta ahora, sólo hay unas víctimas, la de los vencedores.
¿Eso es justicia?
Fue doloroso, ver a una hija, en el juicio contra Garzón, decir llorando, que sólo quería sacar los restos de su padre y meterlos en la fosa junto con los de su madre.
No vi provocación en esa buena mujer, ni oí una mala palabra de sus labios, aunque tenía todo el derecho. Sólo quería poder sacar los restos de su padre, lo decía con un pañuelo empañado de lágrimas. Lágrimas que no dejan secar.
Esa es la realidad de muchos que también somos españoles, que estamos viviendo en nuestras carnes a día de hoy, después de tantos años, tantos gobiernos y de distintos ideales.
Seguimos en las dos Españas , donde la justicia y verdad brillan por su ausencia
Una clama sin rencor porque se haga justicia. Otra lucha con rencor, odio y temor de que la verdad y la historia sean desenterradas.
Autor: Bienvenido Carrasco Fletes.

En 8 claves: ¿Cómo funciona “el rescate” de un país?

En 8 claves: ¿Cómo funciona “el rescate” de un país?
 
La idea de esta entrada es explorar algunas preguntas sobre la situación que vivimos: ¿qué es un “rescate”?, ¿cómo funciona?, ¿cuáles son las consecuencias para los ciudadanos? Comenzamos por las cuestiones básicas y avanzamos hacia los detalles más finos.
Como siempre, este texto pretende ser una chispa para encender el debate. Os ruego que añadáis vuestras opiniones/matices/críticas en los comentarios. Entre todos, podemos ayudarnos a comprender cómo funciona este mundo que nos rodea.
1.- ¿Cómo se financian los servicios públicos de un país?
En principio, un país financia sus servicios públicos (educación, sanidad, pensiones, etc.) con el dinero que recauda por impuestos.
Si el país gasta más de lo recauda, el gobierno puede buscar dinero en los mercados financieros mediante la emisión de deuda.
Emitir deuda es pedir un préstamo que será devuelto con ciertos intereses en un plazo determinado. El gobierno organiza una subasta y adjudica su deuda al inversor que ofrece el tipo de interés más bajo.
En estos momentos, los inversores piden, para el bono a 10 años, un interés del 6.41% a España y un 1.20% a Alemania.
La diferencia entre el interés del bono español y el del bono alemán, 641-120 = 521, es la famosa “prima de riesgo”.
2.- ¿Cuándo se produce un rescate?
Si el tipo de interés que piden los inversores es demasiado alto, no tiene sentido emitir deuda porque será imposible devolverla.
En ese momento, los estados pueden solicitar “un rescate”: en vez de buscar el préstamo en los mercados financieros, piden el dinero al FMI o a otras instituciones internacionales.
Los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal se produjeron cuando los inversores pedían alrededor del 7% por el bono a 10 años. A partir de ese nivel, los préstamos son insostenibles.
3.- ¿Un rescate es la única opción que tiene un gobierno con problemas financieros?
No. Un país siempre puede “negarse a pagar su deuda” (los periódicos suelen utilizar el termino inglés, “default”). Un estado también puede considerar la “reestructuración” de la deuda: por ejemplo, negociando con los inversores que la cantidad a devolver sea menor de la acordada o en un plazo más largo.
El default tiene una gran ventaja (de un día para otro, tu deuda desaparece) y también grandes incovenientes: 1) A partir de ese momento, no puedes gastarte ni un euro más de lo que recaudes 2) Pueden pasar muchos años hasta que algún inversor vuelva a confiar en prestarte dinero y 3) Un default español se llevaría por delante todo el sistema financiero europeo y los gobiernos del continente tendrían que rescatar a sus bancos.
Un dato curioso: en 1557, España fue la segunda nación en la historia que suspendió el pago de su deuda. Al llegar al trono, Felipe II se dió cuenta de que los metales preciosos de América no eran suficientes para pagar los intereses de la deuda contraída por su padre con los banqueros holandeses. El mismo rey volvió a declarar bancarrota en 1577 y 1597. En total, nuestro país ha dejado de pagar su deuda en 14 ocasiones.
La última vez que España declaró un default fue en 1939, cuando al terminar de la guerra civil, Franco se negó a pagar la deuda contraída por el gobierno de la República.
Aquí tenéis una lista de todos los defaults que se han producido en el mundo.
Como el default es una opción que ahora parece no contemplarse, vamos a centrarnos en los “rescates”.
4.- ¿Quién hace los rescates?
El FMI es, normalmente, el organismo internacional encargado de “rescatar” a países con problemas financieros.
Los rescates de Grecia, Irlanda y Portugal están supervisados por una “troika” formada por el FMI, la Comisión Europea y el Banco Central Europeo.
5.- ¿De dónde sale el dinero para los rescates?
El FMI está financiado por los gobiernos de todo el mundo. La contribución y el poder de voto de cada país son, aproximadamente, proporcionales al tamaño de su economía (excepto para China). Los gobiernos con más poder en el FMI son los de EEUU (16% de los votos), Japón (6%) y Alemania (5%).
Para lidiar con la crisis europea, la UE creó otras dos entidades que pueden prestar dinero: el “Fondo Europeo de Estabilidad Financiera” (EFSF) y el “Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera” (EFSM).
En el EFSF, Alemania contribuye con un 27%, Francia un 20%, Italia un 18% y España un 12%.
El EFSM se apoya sobre el presupuesto de la UE, cuyos mayores contribuyentes son, por este orden, Alemania, Francia, Italia, Reino Unido y España.
El EFSF puede prestar hasta un límite de 440.000 millones, el EFSM hasta 60.000 millones y el FMI hasta 250.000 millones. En total, la capacidad de préstamo es de 750.000 millones de euros.
6.- ¿Cuáles son las condiciones para obtener un préstamo de “la troika”?
Aquí está el jugo del asunto. Los préstamos del FMI/troika son muy diferentes de los obtenidos en los mercados financieros.
Cuando un gobierno emite deuda en los mercados financieros, puede gastarse como quiera el dinero obtenido. Los inversores pueden estar más o menos contentos (en cuyo caso, te pedirán un interés más bajo/alto en la próxima subasta), pero no tienen un poder directo para marcar las decisiones políticas del estado.
Por contra, los préstamos del FMI/troika están condicionados a que el gobierno que los recibe implemente reformas muy concretas. La troika presta dinero “por tramos”: según el gobierno va adoptando las medidas que ellos imponen, van soltando el dinero. Y si el gobierno no cumple, cortan la financiación y el país se va al carajo. Un país intervenido pierde su soberanía para tomar decisiones políticas.
7.- ¿Qué condiciones impusieron a Grecia?
  • Cambiar la Constitución para que el pago de la deuda tenga prioridad sobre cualquier otro gasto público.
  • Despido de 150.000 empleados públicos en dos años (teniendo en cuenta la población griega, esto correspondería a 700.000 en España).
  • Recorte del salario mínimo desde 751 euros a 580 euros (y 510 euros para los menores de 25 años).
  • Los Presupuestos tienen que ser aprobados por la troika antes de ser votados en el Parlamento.
  • Supervisores de la Comisión Europea instalados permanentemente en Atenas.
  • Recortes en pensiones y gasto sanitario.
  • Privatización de empresas públicas.
El rescate de Grecia está provocando una tragedia: el desempleo se ha duplicado, los salarios han bajado un 30% y se han disparado el número de personas sin hogar y los suicidios.
Más terrible aún: todo este sufrimiento humano puede resultar gratuito. Como la economía griega se está contrayendo tan rápido, los ingresos por impuestos se están desplomando, así que Grecia puede acabar con el mismo porcentaje de deuda con el que comenzó.
8.- ¿Cuál es la situación de España?
Nuestro problema es que el gobierno busca mucho dinero para tapar el agujero de los bancos. Pero como ya estamos emitiendo nuestra deuda a un interés altísimo, está claro que no vamos a obtener ese dinero en los mercados. La solución sólo puede venir de Europa.
¿Conseguiremos ese dinero sin entrar formalmente en un rescate? Y aunque no sea un rescate, ¿qué condiciones impondrá Alemania?
Tendremos la respuesta en pocas semanas.
(Fotografía: BBC News).

lunes, 4 de junio de 2012

Mi corazón es patio


Mi corazón es patio
 
La tierra no es redonda:
es un patio cuadrado
donde los hombres giran
bajo un cielo de estaño.

Soñé que el mundo era
un redondo espectáculo
envuelto por el cielo,
con ciudades y campos
en paz, con trigo y besos,
con ríos, montes y anchos
mares donde navegan
corazones y barcos.

Pero el mundo es un patio
(Un patio donde giran
los hombres sin espacio)

A veces, cuando subo
a mi ventana, palpo
con mis ojos la vida
de luz que voy soñando.
y entonces, digo: “El mundo
es algo más que el patio
y estas losas terribles
donde me voy gastando”.

Y oigo colinas libres,
voces entre los álamos,
la charla azul del río
que ciñe mi cadalso.

“Es la vida”, me dicen
los aromas, el canto
rojo de los jilgueros,
la música en el vaso
blanco y azul del día,
la risa de un muchacho…
  
Pero soñar es despierto
(mi reja es el costado
de un sueño
que da al campo)
  
Amanezco, y ya todo
-fuera del sueño- es patio:
un patio donde giran
los hombres sin espacio.
  
¡Hace ya tantos siglos
que nací emparedado,
que me olvidé del mundo,
de cómo canta el árbol,
de la pasión que enciende
el amor en los labios,
de si hay puertas sin llaves
y otras manos sin clavos!

Yo ya creo que todo
-fuera del sueño- es patio.
(Un patio bajo un cielo
de fosa, desgarrado,
que acuchillan y acotan
muros y pararrayos).
  
Ya ni el sueño me lleva
hacia mis libres años.
Ya todo, todo, todo,
-hasta en el sueño- es patio.
  
Un patio donde gira
mi corazón, clavado;
mi corazón, desnudo;
mi corazón, clamando;
mi corazón, que tiene
la forma gris de un patio.

(Un patio donde giran
los hombres sin descanso)